DIARI DE TERRASSA nos visita
Una de nuestras fiestas fue seguida por El Diari de Terrassa, que ante el auge de este tipo de fiestas quiso hacer un publireportaje. Todo nuestro equipo estamos muy orgullosos por escoger una de nuestras fiestas para seguir en vivo cómo es un Baby Shower.
Os transcribimos en castellano el fantástico artículo de Emili Gonzalez para Diari de Terrassa. Queremos compartir con vosotros sus sensaciones al asistir por primera vez a un Baby Shower. Espero que lo leáis y disfrutéis como nosotros cuando lo hicimos.
«Baby Showers» celebrar una fiesta con amigas para la llegada de un hijo empieza a ser una costumbre, que viene de los Estados Unidos, habitual en nuestro país.
A Mariona, le miden la barriga con una cinta métrica de color amarillo. Ya está al sexto mes de embarazo de su segundo hijo, el Martí. La tarde de verano es agradable en el jardín de Matadepera donde nos encontramos y el sol ha empezado ya a caer. «¡100 centímetros mide la barriga de Mariona!», exclaman. «¡Gana Mireia, que dijo que haría 108!»
Este es uno de los juegos de la fiesta «Baby Shower» organizado para dar la bienvenida a un invitado, Martí, que falta poco para que llegue. Estas celebraciones, los «Baby Shower» (un concepto que podría traducirse como «lluvia de regalos para el bebé»), se están poniendo cada vez más de moda en nuestro país. Normalmente es la futura madre, o sus hermanas, o incluso amigas, las que se encargan de montar esta reunión para celebrar el nacimiento que se acerca y aprovechan para entregar regalos con motivo de la llegada del futuro bebé.
Igual que han hecho famosas como Shakira o Sara Carbonero, cada vez más embarazadas organizan reuniones «Baby Showers»
Ambiente Naïf
Una tira de banderas de un color azul bebé donde aparece el nombre de Martí se extiende de punta a punta de una bonita mesa preparada con todo tipo de dulces detalles: galletas recubiertas con azúcar «glace» con formas de cochecitos y biberones; cañas para beber con un pequeño elefante en la parte superior; chucherías, globos, magdalenas donde pone Martí, o un osito blanco que se sienta encima de una tarta de pañales.
La madre, Mariona, los necesitará cuando llegue el bebé, así que es un regalo práctico que es, además, original, porque se entrega con la forma de un pastel. En la mesa también hay chocolatinas y bolsas de palomitas dónde pone… Martí.
Bien, ya están todas, porque las otras madres invitadas a la fiesta (amigas de Mariona) han conseguido tener a sus pequeños, sentados en un sofá cerca de la mesa, mientras van cogiendo ahora una palomita…ahora otra…con sus pequeños deditos.
Este ambiente dulce, inocente, naïf, es característico de los «Baby Showers», unas citas que en nuestro país aún son poco frecuentes, pero que en países de Latinoamérica y en los Estados Unidos son de lo más habitual. En España, famosos como Sara Carbonero, Eva González o Shakira i Gerard Piqué ya han celebrado sus particulares «fiestas del nacimiento». Por no hacer referencia a la Rebe, «la princesa del mercadillo» dels «Gipsy Kings», un seguido «docu-reality» de Cuatro.
«Es una idea muy americana, que en definitiva sirve para reunirte con personas que aprecias y tener un recuerdo bonito del momento del embarazo» dice Mariona Rodríguez, de 34 años, futura madre del Martí. Esta terrasense de la Zona Olímpica se animó a celebrar un «Baby Shower» después de asistir al de una amiga, la Carmén Higñon, también Egarense y de 40 años.
El hecho de que Mariona haya celebrado esta merienda en Matadepera se debe a que de allí es Montse Magaña, la empresaria que se ha encargado de organizar esta cita tan intencionadamente bonita.
De origen Estadounidense, Los «Baby Showers» se organizan poco antes que llegue el bebé para hacer regalos a la madre
«Yo diría que los «Baby Showers» se han puesto de moda desde hace un año y medio-explica. Se suelen celebrar entre el séptimo y el octavo mes de embarazo. Yo siempre las comparo con fiestas de aniversario de un bebé».Aunque en este caso no podrá soplar las velas por sí mismo. «Normalmente las clientas son chicas de unos 30 a 35 años i de un nivel social medio», dice.
Aprovechando que cada vez se oye más hablar de los «Baby Shower» están apareciendo negocios que, como el de Montse Magaña (hibaby.es y mybabyshowerparty.com), organizan. I de vez en cuando, en estas citas se revela el secreto más bien guardado de todos; uno que había que ni los padres mismos: «Hubo un caso en que quisieron que en la fiesta se conociera el sexo del bebé; entonces puedes hacer por ejemplo que los padres corten un pastel i que, en función del color que sea por dentro, se descubre si el bebé será niño o niña».
Otra de las pocas empresas que han surgido especializadas en montar estos informales actos sociales es BBShower, ubicada, en este caso, en Barcelona. Su fundadora, la María Archer, relaciona el crecimiento de los «Baby Shower» con el hecho de que ahora se celebran menos bautizos o eventos religiosos en general», y dice que en cierta manera este hueco lo empiezan a ocupar las «fiestas del bebé».
Una moda «postcrisi»
Archer también liga el terreno que están ganando los «Baby Shower» con la época en que han llegado: «Después de la crisis económica, en España, hay ganas de hacer celebraciones, de vivir el momento».
Todo y ser reuniones que de entrada podrían considerarse más bien femeninas (en el «Baby Shower» que asistimos en Matadepera, las chicas ganaban en número por una acaplaradora mayoría»), Archer las desvincula de esta imagen: «Originariamente, en los Estados Unidos, sí que era una velada más de mujeres, pero allí también existen los «Baby Shower» que son sólo para hombres; en el caso de nuestra empresa las planteamos tanto para el padre como para la madre, así como para todo tipo de familia que nos encontramos hoy en día».
Una mesa bonita, bien dispuesta, llena de detalles y los regalos son los elementos centrales del «Baby Shower», que también pueden tener otros complementos como un photo¡call, la presencia de un fotógrafo profesional o un servicio de catering mismo.
Buscando pareja
A menudo, en estos «bautizos prematuros» también hay juegos. En el «Baby Shower» que hace unos días convocó Mariona para el nacimiento de Martí, el grupo (de una quincena de mujeres, más o menos) se dividieron en dos equipos. Mientras, algunos de los niños que habían en la fiesta se divertían revolcándose por el césped del jardín, «haciendo la croqueta», decían.
Cada uno de los equipos tenía un papel en las manos, con una sopa de letras. Quien la solucionara antes, ganaba. Las palabras que habían de encontrar estaban, evidentemente, relacionados con el universo de los bebés. Y empezaron a descubrir las primeras palabras: biberón, pañal,…
Los globos blancos y azules, continuaban en su lugar, sujetos al suelo con unas cajitas de regalo plateadas.
I siguen los inocentes juegos mientras dos perros de considerables dimensiones observan el escenario desde la terraza. Parecen muy y muy dóciles, pero.
Continuan con los juegos pensados para embarazadas, ahora hace falta buscar las crías de un seguido de animales… «Paloma,,,pichón; águila…aguilucho», se oye. Preguntamos a una de las amigas de Mariona citadas en Matadepera que les parece esto de los «Baby Shower». La Meritxell Tuneu, vecina del barrio de Sant Pere, nos dice que «muy bien», que la mayoría de las chicas reunidas allí se conocieron en un grupo de lactancia hace ahora unos tres años y que «se ha de celebrar que pronto habrá un nuevo miembro en el grupo, Martí».
Un pequeño cuadro lleno de «bodies» de bebé hechos con papeles ha aparecido en la mesa. Los invitados al «Baby Shower» pueden escribir mensajes para Martí. Podemos leer algunos:»Te espera una familia genial», dice uno. «¡Martí duerme mucho!», otro. «!Martí te esperamos con muchas ganas!», un tercero. Mientras, un niño, con una vocecita, pregunta:»¿Pero quien es Martí?».